27/05/2022. ABR. Comunicación: promocio@doplaillevant.com

En esta época, finales de mayo o principios de junio, se produce la floración de las cepas. Este período dura muy pocos días porque rápidamente se produce la fecundación que dará lugar a los frutos, es decir, las uvas.

Las variedades más antiguas de vid Vitis vinifera sylvestris, las cuales no se cultivan para vino, presentan flores masculinas y femeninas diferenciadas y la fecundación se realiza mediante insectos, mientras que los viñedos cultivados para elaborar vino, Vitis vinifera sativa, las flores son hermafroditas y la fecundación se produce mediante las corrientes de aire y, a veces, por insectos.

Las flores son muy pequeñas y se disponen en inflorescencias que tienen ya la forma que tendrán los frutos maduros. Están constituidas por las partes típicas de las flores: pedúnculo; cáliz; corola, formada por 5 pétalos poco vistosos; estambres, en número de 5, que forman la parte masculina y un solo pistilo que es la parte femenina. El polen formado en los estambres fecunda los óvulos generados en el pistilo. Cada flor fecundada formará un grano de uva del racimo. Puede producirse la autofecundación o fecundación cruzada entre flores diferentes.

Las flores son poco vistosas debido a su pequeño tamaño. Es remarcable el sutil aroma, y los libros hablan poco o nada de ello, que tienen las flores, de una suavidad y finura muy destacable.

Las flores se desarrollan a partir de las yemas fértiles formados el año anterior en cuyo interior están los primordios que darán lugar a los brotes y flores de la añada siguiente. Las primeras hojas que se forman van fabricando las sustancias orgánicas que ponen a disposición de flores y frutos para su formación y crecimiento.

